Lecturas que inspiran

La lectura alimenta la mente, la imaginación, el corazón y el pensamiento. La naturaleza, a su vez, nutre los sentidos con sensaciones como el sonido de la brisa y su caricia en la piel.

En Lengua Castellana y Literatura, los alumnos de 2ºESO disfrutan de los primeros rayos de sol primaverales leyendo el Lazarillo Tormes, una de las obras más importantes de la historia de la literatura española.

La relación entre música y literatura siempre ha sido muy estrecha, tal vez sea uno de los puentes más libres y productivos. El arte es creación, pero también es apropiación: cita, intertextualidad, mezcla, collage, pastiche, recontextualización. A lo largo de la historia, muchos músicos tomaron las palabras de otros y las hicieron propias al darle una nueva melodía, un nuevo ritmo, un nuevo contexto.

Así pues, encontramos infinidad de cantautores que se inspiran en poemas: Joan Manuel Serrat: Antonio Machado “Cantares”, Paco Ibáñez: José Agustín Goytisolo “Palabras para Julia”, Sandra Mihanovich y Celeste Carballo: Mario Benedetti “El lado oscuro del corazón”… A este séquito de compositores inspirados por las letras se une Saurom (banda de folk metal gaditana en la que unen rock, folk y música celta, a esta mezcla el grupo la ha denominado Juglar Metal) con un vídeo musical inspirado en el Lazarillo de Tormes, culmen de la picaresca española del Siglo de Oro.

Os comparto la canción:

En la ribera del río Tormes fui criado
En un ambiente hostil sobreviví robando
Mi pobre triste madre me entregó a un ciego
Que será mi amo y yo sus manos

La picaresca se adueñó de nuestras vidas
Una vida tan cruel donde no había salida
El viejo me enseñó el arte del engaño
Me sentí más fuerte cada día
La vida es una batalla
La suerte que hay que vencer

Y cuando ataca el hambre ya no hay nada que perder
El ciego y el escudero
El fraile o el alguacil
Jamás me dieron a cambio tanto como yo les di

Entre limosnas mendigaba por las calles
Con la avaricia de quien nunca se complace
Dejé a mis amos porque no creía en milagros
Me compré una espada y todo en vano

Seguí el camino que siguen los fracasados
Pero encontré un que hacer, me hice un hombre honrado
El cuento me quiso casar con la princesa
Pero siempre amé a la sirvienta

La vida es una batalla
La suerte que hay que vencer
Y cuando ataca el hambre ya no hay nada que perder
El ciego y el escudero
El fraile o el alguacil
Jamás me dieron a cambio tanto como yo les di

Y ahora los libros cuentan mi vida
Para la historia fui un perdedor
Un pillo sin futuro, un tunante, un pobre ladrón
Pero luché contra la miseria
De un siglo de oro que se olvidó
Que lo que no te mata, te hace fuerte y pon el corazón