L’alumnat del CFGM de Videodiscjòquei i so de tarda ha creat les seves pròpies llegendes urbanes per ambientar la celebració del Halloween i la castanyada al nostre institut.
En el marc del Mòdul 4 del cicle, han desenvolupat els elements visuals i narratius que caracteritzen les llegendes urbanes.
El grup format per Andrea Sánchez, Júlia Beteta, Avril SeguÃ, Alejandro Cortés i Guillem Fà brega fins i tot ha enregistrat el curtmetratge Vagancia prisionera, centrat en en els misteriosos fenòmens paranormals que s’esdevenen en l’Edifici d’Imatge i So. Realitat o ficció? Per saber-ho només cal activar el codi QR que mostra la imatge. Us atreviu a fer-ho?
VAGANCIA PRISIONERA
La Leyenda Urbana
No hay una fecha definida para marcar estos sucesos, pues los que entraron primero no pudieron
contarlo, pero se estima que a principios del primer año cursado en el edificio de imagen y sonido de
la escuela Santa Eulalia, algunos alumnos no volvieron a ser jamás vistos.
Pocos años han pasado desde entonces, y por suerte los alumnos que allà cursan no son tentados
por la vagueza, pero sà preguntas un poco puedes escuchar lo que algunos cuentan.
Se dice que aquel primer alumno que decidió no asistir a clase, pues el tiempo que perdÃa y lo que
pudiera pasar no le interesaban, quedó dormido en una de las oscuras salas preparadas en el aula de
fotografÃa.
Cuando preguntaron por él, muchos comentaron su poco interés por el estudio y la asistencia, y
quedaron conformes con una renuncia no pronunciada por parte del alumno.
Sin embargo, el tiempo ha dado lugar a confusas declaraciones de otros alumnos que dicen ver, al
intentar perder clase durante el horario escolar, manos dispuestas a atraparlos.
Otros alumnos, con el paso del tiempo, han ido dejando la escuela, pues es algo común cuando es
una educación no obligatoria. Pero lo cierto es que unos pocos de ellos aún siguen allÃ.
Atrapados por las manos del primer alumno que decidió saltarse la clase, otros buscadores de la
desconexión y el suspenso, paseaban por aulas que no debÃan y encontraron la sombra de su
predecesor… para asÃ, unirse a él.
Asà pues, cuando algún alumno se atreve a contar su indebida estancia en el aula de fotografÃa, y
someterse a la falta de credibilidad y burlas de los compañeros además del enfado del profesor con
tal de pedir ayuda, nos deja oÃr esta historia. Muchos ven el terror en los ojos del que lo relata, y poco
a poco el silencio y la duda llegan.
Pero lo cierto es que, con el paso del tiempo, los alumnos que no se conocen ni cursan en los
mismos ciclos, han contado cada vez más manos en su versión de la historia.
Asà pues, si decides saltarte la clase y pasar tiempo en lugares indebidos… ya estás advertido.
La Leyenda Urbana
No hay una fecha definida para marcar estos sucesos, pues los que entraron primero no pudieron
contarlo, pero se estima que a principios del primer año cursado en el edificio de imagen y sonido de
la escuela Santa Eulalia, algunos alumnos no volvieron a ser jamás vistos.
Pocos años han pasado desde entonces, y por suerte los alumnos que allà cursan no son tentados
por la vagueza, pero sà preguntas un poco puedes escuchar lo que algunos cuentan.
Se dice que aquel primer alumno que decidió no asistir a clase, pues el tiempo que perdÃa y lo que
pudiera pasar no le interesaban, quedó dormido en una de las oscuras salas preparadas en el aula de
fotografÃa.
Cuando preguntaron por él, muchos comentaron su poco interés por el estudio y la asistencia, y
quedaron conformes con una renuncia no pronunciada por parte del alumno.
Sin embargo, el tiempo ha dado lugar a confusas declaraciones de otros alumnos que dicen ver, al
intentar perder clase durante el horario escolar, manos dispuestas a atraparlos.
Otros alumnos, con el paso del tiempo, han ido dejando la escuela, pues es algo común cuando es
una educación no obligatoria. Pero lo cierto es que unos pocos de ellos aún siguen allÃ.
Atrapados por las manos del primer alumno que decidió saltarse la clase, otros buscadores de la
desconexión y el suspenso, paseaban por aulas que no debÃan y encontraron la sombra de su
predecesor… para asÃ, unirse a él.
Asà pues, cuando algún alumno se atreve a contar su indebida estancia en el aula de fotografÃa, y
someterse a la falta de credibilidad y burlas de los compañeros además del enfado del profesor con
tal de pedir ayuda, nos deja oÃr esta historia. Muchos ven el terror en los ojos del que lo relata, y poco
a poco el silencio y la duda llegan.
Pero lo cierto es que, con el paso del tiempo, los alumnos que no se conocen ni cursan en los
mismos ciclos, han contado cada vez más manos en su versión de la historia.
Asà pues, si decides saltarte la clase y pasar tiempo en lugares indebidos… ya estás advertido.
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