Experiència Erasmus a Praga (Oumayma El Amari, estudiant de GM de Gestió Administrativa a l’Institut Lacetània)

Hoy os contaré mi pequeña aventura Erasmus durante mi estancia en Praga por un mes.

Siempre quise vivir una experiencia como esta: poder abrir mi mente y poner a prueba mis capacidades y ponerme un reto para cumplir. Así fue como decidí presentarme como candidata para el Erasmus en Lacetània. Para ser honesta, a medida que se acercaba julio, mis nervios incrementaban. Pero al ver tantas experiencias de los que previamente hicieron un Erasmus, mis nervios acabaron convirtiéndose en emoción.

Principalmente justo después de aterrizar y conocer nuestra residencia, supe que realmente iban a haber muchas historias que contar, y así fue.

Los primeros días estuvimos acompañadas de David, nuestro profesor, y nos dio a conocer la ciudad y nos presentó las empresas de prácticas. Mi empresa fue Sita, una empresa de aerolínea internacional era muy bonita y el ambiente era espectacular. Tuve la suerte de conocer a Alena, mi supervisora. Me acuerdo de que siempre se despedía diciendo “mis guapas”, y nos alegraba el día. En general todos los trabajadores fueron muy amables y divertidos. Siempre bromeaban o nos animaban. El trabajo no fue difícil, pero sí que trabajamos bastante. Teníamos que clasificar y archivar documentos de empleados de cada país.

La ciudad fue lo que más me impresionó. Para serte sincera, no sabía mucho de República Checa, ya que es un país que nunca tomé en cuenta. Ahora es uno de mis países favoritos. Tuvimos tiempo de visitar algunos de los sitios más conocidos como el Reloj Astronómico, el puente de Carlos, el castillo de Praga, el callejón de Oro… Todos me dejaron una gran impresión y en el futuro, quiero volver y poder ver todo lo que no pude. Una de las cosas que más disfruté con las chicas y que creo que más echo de menos, fue las cenas en el Palladium, uno de los centros comerciales más conocidos de allí.

En general tanto la empresa, como la residencia y la ciudad me ha dejado una gran impresión y siento que querría repetir la experiencia sin dudarlo. He cambiado mucho tanto profesional como personalmente, ya que, después de esta experiencia, no soy la misma persona con miedo y sin experiencia. Salí de mi zona de confort y he vuelto siendo más independiente, con una mente más abierta, sin miedo a conocer a gente nueva y con muchas ganas de vivir una vida no tan ordinaria.