52ª EDICIÓN CONCURSO COCA-COLA RELATO CORTO

Los días 23 y 24 de marzo, se celebró la 52ª edición del Concurso Coca-Cola de jóvenes talentos y tuvimos la gran suerte de ser una de las sedes elegidas. En concreto, en nuestro centro se realizó el sábado 24 de marzo.

Este concurso, enfocado a los alumnos de 2º curso de ESO, que no superen la edad de 16 años, tiene como objetivo fomentar la escritura creativa entre los adolescentes. Se celebró en unas setenta sedes diferentes, repartidas en prácticamente todo el territorio español.


Dicho concurso consta de tres fases. En esta primera fase, los alumnos tenían que redactar, en el tiempo máximo de dos horas y con un máximo de extensión de dos folios por las dos caras, un relato breve en el que el único requisito es que debían incluir una frase, que previamente se les había ofrecido en un sobre cerrado y formulada a modo de frase misteriosa, ya que estaba construida con letras de revista recortadas. La frase que los alumnos debían incluir era la siguiente: El payaso chiflado fue el culpable del error. A partir de ahí los estudiantes tenían que crear una historia, real o ficticia, utilizando la frase en sentido literal o figurado… pero, sobre todo, una historia original, diferente, una historia que lograse captar la atención del jurado, jurado provincial que seleccionará 6 ganadores en cada una de las provincias o sectores provinciales, que pasarán a la siguiente fase, que tendrá lugar en Madrid.

En nuestro centro el pasado sábado 24 de marzo se reunieron unos 40 alumnos, de distintos centros de Tortosa. De nuestro centro había seleccionados ocho alumnos, cinco de 2º ESO A y tres de 2º ESO B. Estos alumnos habían escrito previamente un relato y a partir de ahí, Sarai Nogués, profesora de castellano, hizo la selección, bien por la originalidad de la historia, por la calidad de la misma, por la redacción, etc.


La prueba empezó a las 11:00 h, los alumnos tenían sobre la mesa unos folios, donde podían hacer previamente un borrador de la historia, los folios “oficiales” donde debían escribir, ya en limpio, su relato, con un número y con un membrete donde los alumnos pondrían sus datos y que posteriormente debían separar del folio, ya que, la prueba, evidentemente, debía ser totalmente anónima, para evitar cualquier tipo de preferencia o trampa. También tenían un bolígrafo, y cómo no, una botella de Coca-Cola.

Los alumnos se fueron muy contentos y algunos con la esperanza de pasar esta primera fase y poder seguir demostrando su capacidad creativa. Crucemos los dedos y esperemos a que el jurado dé su veredicto.

Según nos informaron, en un mes más o menos, nos comunicarán si alguno de ellos ha sido seleccionado.

Lo dicho, a ver si hay suerte y podemos ver a alguno de nuestros alumnos pasando a la siguiente fase y siendo evaluados por un Jurado de Especialistas y disfrutando de un inolvidable viaje literario al extranjero. Y, quién sabe, si en un futuro triunfando en el mundo literario, tan difícil de conquistar.