La Benvista et porta les obres premiades als Jocs Florals! (2)

Seguim difonent les obres premiades als Jocs Florals 2021. Avui ens centrem en les obres de segon cicle de la ESO. Gaudiu-les! (Fotos: Yol Bernadó)

2n cicle d’ESO:

POESIA:

ODA A LA SORDESA (Arnau Carrascosa, guanyador, 3r C, CATALÀ)

Escoltem avi barbut!
Jo que soc el més menut
i tu que tant has viscut,
ara necessito el teu ajut
A l’escola hi ha un nen sordmut,
tossut i sorrut.
Per això, mai és benvingut
ell, no compleix l’estatut.
Jo, que sóc tan mogut
i encara no he caigut,
crec que no és temut
donar-li el meu escut.
-Net, que ets el més menut,
tu no tens cap escut.
Encara no t’han vençut
perquè ets el més forçut
Si és així, que malvingut
que farà ell sense el meu tribut.
Que tots fossin benvolguts
era un ideal collonut

 

OTRA REALIDAD (Luna Castro, finalista, 3r A, CASTELLÀ)

Cuando cerramos los ojos
Para ir a dormir
Nuestra otra vida
Comenzamos a vivir.
Soñamos cosas que queremos
Soñamos cosas que tenemos,
¿Pero quién nos dijo que no era verdad?
¿Quién nos dijo que no era una realidad?
Quizás en nuestros sueños
Nos olvidamos de nuestra vida,
Como nos olvidamos de ellos
Al otro día.
Los pocos sueños
Que quedaron en recuerdos
Son momentos importantes
Que dejaron sentimientos,
quizás solo sea una vida paralela
Como una droga humana
Que solo te ciega.
Como saber que es nuestra vida
Y que no compartimos otra.
Todos los días,
Nos suelen decir
Que los sueños son mentira
En realidades otra dimensión
En la que está parece irrealista.
Cuando morimos
Pasamos al otro bando
Vivimos la otra vida
Y soñamos en la que estamos,
Al final de todo,
Morir no es tan malo.

 

PROSA:

LO QUE ME DEVORA POR DENTRO (Bruna Martínez, guanyadora ex aequo, 3r B, CASTELLÀ)

Para la policía, de Mary Mccall.

Puse mi oreja cerca de su delicado pecho: se escuchaban pequeños latidos. Por unos breves instantes pensé que podría sobrevivir al tiroteo, pero mi intuición me avisaba de que corríamos un grave peligro. Una bala había traspasado esa camisa roja horrible que compramos en un mercadillo de Barcelona en nuestro viaje de bodas, perforando esa piel delicada y fina. Derramaba litros de sangre, era un líquido rojo magenta espeso que olía a hierro oxidado. Le tenía entre mis brazos mientras presionaba fuerte su pecho para que no se desangrara. En ese momento me miró fijamente a los ojos, unos preciosos ojos color verde esmeralda que transmitían tranquilidad en un momento de desesperación. Yo sabía que quería decirme algo, uso su último aliento de vida para decirme que cumpliera su único deseo: cantarle nuestra canción.

Estaba desconcertada y empecé a cantar, él me siguió con un pequeño hilo de voz en la garganta. Al terminar la primera estrofa me miró, cerró los ojos y dijo las únicas palabras que en ese momento me harían romper a llorar, el más sincero “TE QUIERO”. Supe que el amor de mi vida, la persona a la que más he querido en esta vida se marchaba para siempre y yo no podía hacer nada para impedirlo. Volví a acercar mi oreja a su delicado pecho, pero ya no escuché nada, él hubiese querido que siguiera cantando y así es como lo hice, susurré nuestra canción hasta quedarme sin aliento y fuerzas. Con mis manos ensangrentadas y su cuerpo en mis brazos juré venganza.

Soy Mary Mccally, y cuando empezó esta pesadilla yo tenía 30 años. Estuve casada con la persona que fue mi único amor: Nico. Acabábamos de volver de una misión por Europa y habíamos decidido tomarnos un tiempo sabático, la última misión fue de alto riesgo. El día 14 de abril del 2020 mi marido y yo sufrimos un tiroteo en un prestigioso restaurante de la ciudad. Esa noche salimos a cenar para celebrar nuestro primer aniversario de boda. Investigábamos a un grupo de narcotraficantes a escala mundial, para detenerlos y encarcelarlos. No era un trabajo fácil ni mucho menos, pero nunca pensé que podrían arrebatarme a la persona que más quería en este mundo, a Nicolás. Nico se infiltró en la mafia italiana y yo desde fuera controlaba sus movimientos. La misión fue un éxito, sin embargo se nos escapó algo, mejor dicho, alguien.

Leonardo, el hijo menor del jefe de la mafia Italiana, nos olvidamos de él. Nunca pensé que nos podría encontrar, éramos profesionales que no dejamos ningún tipo de rastro. Pero incluso a los mejores siempre se les escapa algo. Él fue quien nos disparó, asesinó a Nicolás, a mí me disparó en la pierna y me dejó muy mal herida. Leonardo escapó dejando a Nico tirado en el suelo medio muerto, yo esperé hasta que llegó la ambulancia pero fue demasiado tarde para Nico, ya se había marchado.

Después de 6 meses sin vivir, con un vacío en el pecho, decidí ir a buscar a Leonardo y hacerle sufrir como él lo hizo con nosotros. Así que decidí transformar mi aspecto para que no me reconociera, cambié de nombre y de nacionalidad. Viajé hasta Italia y, como buena espía, lo encontré. Esperé a que estuviera solo, y entré en su edificio, lo cogí por sorpresa y lo dejé inconsciente. Cuando se despertó le conté quién era, qué hacía allí y qué le iba a pasar. Así que poco a poco y con calma empecé a explicarle cómo me había sentido durante estos 6 meses de agonía, lo torturé durante horas. Al final acabó muriendo mientras agonizaba. Lo ví sufrir, pero en vez de sentir felicidad sentía que estaba haciendo las cosas muy mal, intenté parar, pero fue demasiado tarde, se había desangrado. Sentí un fuerte vacío en el pecho.

Borré todas las huellas que pudieran delatarme y escribí una carta de suicidio para descartar mi implicación en el asesinato de Leonardo, pero me marché del lugar sintiéndome aún peor. Volví de Italia e intenté hacer vida normal, como si Nico nunca hubiera existido, ni la tortura de Leonardo, como si todo hubiese sido parte de mi imaginación, pero no pude soportarlo. Así que me marché lejos para no volver jamás. Empecé una nueva vida en un pueblo perdido de Canadá, pero el sentimiento de culpa cada día era más insoportable y me devoraba por dentro.

Nico nunca habría aprobado mi venganza; al contrario, estaría muy avergonzado de mí y nunca me lo habría perdonado. No soy lo suficientemente fuerte para seguir viviendo, cuando encontréis esta carta también encontraréis mi cadáver.

COMPLICADO (Lucía Towle, guanyadora ex aequo, 4t A, CASTELLÀ)

Es sencillo hacer que las cosas sean complicadas, pero difícil hacer que sean sencillas”- Andrea está en clase de Filosofía cuando la profesora suelta esta frase de Nietzsche. Piensa en cada una de sus palabras y cree que el filósofo alemán tiene razón.

Andrea es una adolescente de 16 años acabados de cumplir. Está en 4°de ESO; es decir, último año de Educación Obligatoria, un año para cambiar de etapa y pasar a ciclos, grados o bachillerato, en su caso. También están los que ya pasan directamente a trabajar, pero de esos hay pocos.

Tiene ganas de cambiar ya de etapa, algo en lo que ya es una experta. Estuvo viviendo sus primeros seis años de vida en Valencia, de donde es su madre. Los siguientes tres años los pasó en Inglaterra, de donde es su padre. Se volvieron a trasladar, pero esta vez a Barcelona, por motivos de trabajo. Y finalmente, se mudaron a Sitges, un pequeño pueblo de costa a las afueras de Barcelona. En Sitges fue a dos escuelas diferentes, una de primaria y el instituto donde está ahora mismo oyendo a hablar a su profesora sobre Nietzsche.

Sus ojos verdes miran a la pizarra, pero su mente está muy lejos, ocupada en el tema que lleva acaparando su atención todo el curso: qué quiere ser de mayor. Lo malo es que ella es muy indecisa. No sabe lo que le gusta. O al contrario, le gusta todo demasiado y no hay algo que destaque.

Le entusiasma la Filosofía, le atrae el Derecho, le gusta el mundo de la Pedagogía, se le da bien el inglés, le gusta mucho la asignatura de Sociales … Eso sí, lo que tiene claro es que detesta todo lo que tenga que ver con los números, eso no se le da bien.

En lo que lleva de año, el tema principal de las conversaciones tanto con amigos como con padres, con profesores … es sobre el futuro, sobre lo que quiere hacer, lo que quiere ser… Está siendo un año agobiante y complicado.

Sí, esa ultima palabra, COMPLICADO, es una palabra que cansa o estresa solo con oírla o verla escrita. Pasa como con ESTUDIAR, esa palabra, estudiar, ya te agobia, es mejor decir APRENDER, así tienes más ganas y motivación.

Bueno, que me desvío, ¿por dónde íbamos? Por COMPLICADO, esa palabra que acaba de escuchar Andrea en clase de Filosofía.

Es sencillo hacer que las cosas sean complicadas,

pero difícil hacer que sean sencillas” – Nietzsche

Andrea le sigue dando vueltas a la frase, porque define el estado de su mente durante este año, un año que está resultando excesivamente complicado.

Como he dicho antes, una de las cosas que más le gusta a Andrea es la Filosofía, pero la Filosofía está muy despreciada. Cuando le preguntan qué le gustaría estudiar en un futuro, dice que le interesa la Filosofía, pero que no lo tiene aún claro. A lo que la mayoría de gente le responde que ella vale para algo más, que con la Filosofía no llegará a ningún lugar. Eso hace que se sienta aún más indecisa, porque, aunque no lo haya dicho antes, Andrea es una persona que escucha mucho las opiniones de los demás, le influyen y le importan.

Volviendo a la frase, ya que hemos hablado de lo complicado, también podríamos hablar de lo sencillo.

Para Andrea hay muy pocas cosas sencillas, aunque realmente sería al revés. Hay muchas cosas sencillas y pocas complicadas, solo que uno mismo transforma las cosas sencillas en complicadas. Para Andrea jugar a vóley es una cosa sencilla ya que lleva tiempo practicándolo, le pone ganas, cuenta con el apoyo del equipo y sobre todo lo tiene controlado.

El control. El control es otra de las características que describen a Andrea. Para estar segura necesita control; por ejemplo, cuando tiene algún examen debe saberse bien todo el temario, si no, no está tranquila. Debe ir al examen con toda la materia controlada e intentar sacar la máxima nota.

Se podría decir que lo sencillo tiene relación con el control, y que lo sencillo se puede transformar inconsciente y fácilmente en complicado.

La frase de Nietzsche le ha abierto los ojos a Andrea. Se ha dado cuenta de que está bien tener todo controlado, pero hasta un límite. A veces va bien no saberlo todo, ya que eso puede llegar a complicarlo.

A veces, las cosas que parecen difíciles o complicadas no lo son tanto. Solo requieren tiempo y reflexión. O incluso no necesitan tanta reflexión; es decir, puedes pensarlo una vez y luego olvidarte, dejarlo reposar y volver a pensar en ello más adelante.

Pero me estoy enrollando. Volvamos al instituto con Andrea y aceleremos el tiempo. Ha llegado el fin de curso y ella celebra sus notas y el comienzo del verano. Es su estación favorita y se la pasa de playa en playa y de piscina en piscina con sus amigas.

Aunque este verano es diferente, todas pasan a Bachillerato en tres meses. Unas se van a otros institutos y otras se quedan en el mismo. Andrea es de las que se va a otro instituto, pero no muy lejos, a Barcelona.

Ha decidido hacer el Bachillerato Social. Una vez descartados el Tecnológico y el Científico, el Artístico no le llamaba mucho la atención y solo le quedaban dos opciones: el Humanístico o el Social. Y se ha quedado con el Social.

Lo va a hacer en Barcelona por diversas razones, quiere cambiar de aires, conocer a gente nueva, conocer nuevos profesores … pero seguirá viviendo en Sitges, cogerá todos los días el tren para ir al instituto.

Tras el verano, llega la hora de la verdad. La prueba del nuevo instituto. Y todo va como la seda. Se integra fácilmente y hace muchas nuevas amistades, incluso en el tren. Su vida gira en torno a los estudios, el vóley, sus amigas y Netflix.

Viajar también forma parte de su vida y, en cuanto puede, se escapa a Inglaterra a ver a sus abuelos o a su mejor amiga que está estudiando allí. También organiza vacaciones en Grecia, Suecia …

Y justo, en unos de esos viajes es cuando un cartel cambia su vida. Andrea está paseando por las calles de Londres cuando ve un anuncio: “Becas para estudiantes interesados en cursos de Filosofía y Psicología en inglés”. La mayor parte del curso se hace en Londres, pero también hay Erasmus con universidades griegas.

Es su sueño hecho realidad. Solo hay un problema: ¿le concederán la beca? Y justo en el mismo momento en el que empieza a ver problemas por todas partes, recuerda la frase de Nietzsche y decide seguir su consejo y no complicar las cosas que pueden ser sencillas.

Pide la beca y un año más tarde disfruta de su curso de Filosofía y Psicología y se prepara para viajar por el mundo para conseguir nuevos conocimientos que utilizará en el futuro. O no.

Solo sé que no sé nada” – Sócrates

¡FIN!

MOMENTS DE LA VIDA (Laura Raventós, finalista, 3r B, CATALÀ)

Els segons, els minuts, les hores i els dies passaven i jo continuava com el primer dia. Aquell dia, quan la meva vida va canviar radicalment, aquell dia en què la meva vida es va tornar grisa. Aquell dia em vaig sentir com si ho hagués perdut tot. Una part de mi se’n va anar amb una de les persones més importants per a mi al cel.

Cada dia que passa, segueixo preguntant-me per què, per què havia de marxar tan aviat. Cada nit em pregunto com se sentiria la persona que vaig perdre en saber que ja no sóc aquella noia, aquella noia a qui no li importava el que pensaven d’ella i que sempre estava amb un somriure a la cara sense haver de fingir. I tot i que dins estic trencada, sempre estaré amb un somriure, perquè, si hi ha alguna una cosa que odio, és que la gent em vegi malament.

Bé, això és el que jo m’obligava a pensar fins que va aparèixer ell. Sí, aquell nen que em va canviar la vida. Vaig tornar a sentir què és la il·lusió, vaig tornar a somriure, vaig tenir ganes de tornar a sortir de casa, i mil coses més. Va ser ell qui em va tornar la il·lusió de la vida.

Però, en el fons, sé que encara estic trencada, però ja no de la mateixa manera. Ara veig la vida amb una altra perspectiva i, de vegades, no ens n’adonem i, al final, només necessitem algú que ens faci recapacitar en allò important dels petits moments que ens omple, moments que la vida ens regala cada dia.

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