Érase una vez un vampiro llamado Drac, que tenía una hija que se llamaba Mavis. Mavis tenía un novio, Jonathan, con el que tuvieron un hijo al que llamaron Dennis. Drac tenía un montón de amigos.
Drac se había ido de vacaciones durante mucho tiempo y todos en el hotel lo esperaban muy emocionados. Por fin aquel día estaba a punto de llegar.
-¡SANGRE, HUMANA!
Era el timbre de la puerta. Mavis fue a abrirla.
¡Era un humano! Drac se había convertido en humano, porque al irse de vacaciones, como estuvo mucho tiempo con los humanos, aunque sin llegar a conocerlos, se convirtió en uno de ellos.
Les explicó todo lo que le había ocurrido pero ellos no lo creyeron. El insistió, insistió e insistió pero… Nadie, ni su padre, ni su hija, ni sus amigos… ¡NADIE!
Al pensar que era un engañó, lo echaron del castillo y se fue a vivir con los humanos. Cuando llegó al pueblo, conoció a una chica muy agradable y Drac… ¡Se enamoró! ¡La chica también!
Unos días después se hicieron novios y Drac le explicó todo lo que le había pasado durante esos días.
– Tranquilo, encontraremos una solución -dijo la chica.
– Muchas gracias Aurora por haberme apoyado todo este tiempo.
-Mañana iremos al castillo y…
Dijo Aurora pensativa
-Y le enseñaremos Mi ¡DNI!-
Dijo Drac, muy contento.
-Somos un equipo perfecto.
Al día siguiente fueron al castillo. Al llegar les enseñaron el DNI a todos y Mavis fue a hacerle un abrazo.
Luego Drac les explicó a todos que Aurora le había ayudado muchísimo y todos los monstruos dejaron que se quedara en el castillo. A Aurora al principio le pareció todo un poquito raro pero al final se acostumbró.
Drac se quedo para siempre siendo un humano.
Y…¡FUERON MONSTRUOS Y
COMIERON CEREBROS!
ABRIL CASADÓ LOPE 5É ESCOLA JOSEP RIBA
