El pasado lunes 9 de febrero estuvo con nosotros Ana Alcolea, una escritora aragonesa de literatura juvenil cuyos libros nos hacen viajar a países muy interesantes. Sus novelas se sitúan en el presente que se entrelazan con algunas historias del pasado, una buena técnica que nos hace soñar y acompañar leyendo a los protagonistas en sus aventuras. Como por ejemplo La noche más oscura que ganó el premio Anaya en 2011, por tercera vez, y la mención en los White Raven 2012, un premio muy prestigioso internacionalmente. Esto último fue lo que la animó a seguir escribiendo; ha sido un reconocimiento tanto personal como profesional.
Antes de empezar a escribir una novela busca un pilar fundamental que a ella le emocione, para que esta misma emoción se transmita al lector. El medallón perdido es un claro ejemplo, ya que lo escribió pocos meses después de la muerte de su primo en una avioneta en África. Los lectores viven el libro si el escritor lo vive; estas fueron sus palabras. Este libro también fue todo un éxito en literatura juvenil.
En algunas de sus novelas podemos encontrar una especie de base o patrón desde la que parte algunas de ellas: un joven, chico o chica, tiene que viajar a un país extranjero; ¿Esto por qué? Sus primeros recuerdos de su infancia vienen de un viaje y por tanto le gusta poner a sus personajes en la tesitura de un viaje, sin mantos que los protejan; de esta manera los personajes aprenden a conocerse, aprenden de qué son capaces y el lector observa en ese viaje a través de la soledad de sus miradas. Asimismo, el viaje añade un elemento exótico y siempre son lugares con un significado personal, para ella, importantes.
Escribir una novela dirigida a un público adulto y escribir una novela para jóvenes es muy diferente. Ana ve más cómodo escribir para adultos porqué puede contar lo que le da la gana, sin censuras. Pero ni ella misma sabe si hay literatura para jóvenes ya que la literatura juvenil la pueden leer también adultos.
Alba López y Judit Plata
