Mil maneras de perderte y solo una de encontrarte

MIL MANERAS DE PERDERTE Y SOLO UNA DE ENCONTRARTE

Vicky Grande

Ahora mismo me encuentro en una etapa de mi vida llena de cambios y retos que no están siendo fáciles, la verdad. Siempre he querido hacerlo todo y bien, sea como sea. Pero todos sabemos que las cosas no siempre salen como uno quiere y nos frustra mucho, tanto que podemos llegar a querer tirar la toalla.

El libro que he elegido tiene mucho valor para mí. Fue un regalo de mi último cumpleaños, el cual fue bastante singular… Y lo especial nunca es el regalo, sino las manos que te lo dan y por esta razón puede que le tenga bastante aprecio a esta historia, aparte de ser realmente bonita y con lecciones que ahora puedo aplicar en mi día a día.

Mil maneras de perderte y solo una de encontrarte de Vicky Grande me ha hecho ver la vida desde otro punto de vista. Está dirigido a jóvenes, ya que, y me incluyo a mí también, muchos nos encontramos un poquito desorientados y no sabemos realmente quién somos y/o qué queremos llegar a ser. No obstante, creo que cualquier persona de cualquier edad podría disfrutar de este libro y hasta podría sacar muy buenos consejos.

La historia cuenta la vida de Sergio, un chico de tan solo dieciocho años, que piensa que no encaja en ninguna parte y que no ha disfrutado lo que le hubiera gustado de su vida por diferentes razones, la principal de las cuales es el miedo. Entonces, decide hacer un viaje solo, sin un destino planificado, y va conociendo otros pueblos y personajes muy diferentes a él, los cuales le enseñan muchas lecciones de la vida.

Es una narración con diversos fragmentos líricos. Para ser un adolescente, el narrador utiliza un lenguaje muy correcto. Tiene ciento ochenta y cinco páginas sin capítulos que las separen en ningún momento, con algunas ilustraciones de Fernando Cobelo. Tiene una estructura lineal porque el orden del discurso sigue el orden de la historia y hay algún que otro Flash-back, ya que el pasado es uno de los principales problemas del narrador. La estructura es abierta y eso me gusta porque puedo imaginarme el final que yo quiera.

Lo que más me ha gustado del libro, han sido las citas y la poesía. Soy de las que se marcan las frases o fragmentos que me gustan y este libro lo tengo lleno de pósits…

Para acabar, hay un texto en concreto que me ha impresionado mucho y que me gustaría compartir:

“Cada uno es como es. Somos pasados llenos de golpes y caídas convertidas en lecciones. Somos presentes llenos de dudas. Sentimientos, tanto buenos como malos. Pensamientos que quieres pensar y otros que deciden colarse porque sí. Somos los niños pequeños que fuimos y que, a pesar de haber crecido, se niegan a abandonarnos por completo. Somos lo que han hecho de nosotros, pero al mismo tiempo lo que nosotros hemos hecho con lo que los demás nos han hecho. Somos ganas, sonrisas, lágrimas y risas infinitas. Somos personas de diferentes edades, sexos y culturas. Somos humanos llenos de una sangre que a veces decide hervir y otras tantas enfriarse. Somos lo que hemos vivido y seremos lo que nosotros hagamos con todo lo que la vida nos tenga deparado. Somos el futuro que todavía no se ha vivido, pero que en un segundo estará un poco más cerca. Somos melodías, letras, canciones, libros, mares y orillas. Somos la arena de la playa en la que se bañan nuestros pies en verano y el frío que se cuela a través del abrigo en invierno. Somos los abrazos que damos y los que, por miedo, no logramos regalar. Somos los <<te quiero>> que se sienten y no se dicen, y los que se dicen sin sentir. Somos lo que demostramos con hechos porque el sentimiento es tan fuerte que las palabras no tienen espacio suficiente para cargar con ellos. Somos la familia con la que hemos crecido y nos ha arropado pasara lo que pasara. Somos las gente que nos acompaña a diario, un trozo de los que estuvieron y se fueron porque quisieron y un trozo un poco más grande de los que se fueron porque la vida decidió que se les había agotado el tiempo. Somos los amigos que han pasado a convertirse en hermanos. Somos los deseos que cada noche le pedimos a las estrellas fugaces y los que pedimos al soplar las velas en nuestros cumpleaños, los dientes de león en primavera, las pestañas que se caen y que hacemos volar y todos aquellos deseos que pedimos al conseguir comernos las doce uvas de fin de año a tiempo. Somos los sueños que posamos sobre la almohada y que, por muy disparatados que sean, nos hemos propuesto cumplir. Somos viajes, conciertos, excursiones, obras de teatro y películas de ciencia ficción. Somos la magia de los trucos y los trucos sin magia. Somos pieles sin cubrir y muchas otra llenas de tatuajes. Somos cuerpos que se mueven sin más y que guardan bajo llave lo más preciado que tenemos. Somos el corazón que late dentro de nosotros y al que constantemente damos cuerda. Somos lo que mantiene al mundo despierto. Somos nosotros. Somos y seremos, pero de momento solo somos.”

Yaiza Bravo, 1º Bach