Desde el Ámbito Língüístico les presentamos un nuevo reto: jugar con la ortografía. Nuestro objetivo es que usen la creatividad para transformar todas aquellas dudas ortográficas que se hubieran ido presentando en forma de faltas de ortografía a lo largo del diario que habían estado trabajando durante la tercera evaluación.
Las faltas son tan personales que cada persona hace las suyas y las repite una y otra vez, hasta que resuelve la duda que las ha provocado. Por ejemplo: Cuando dudo si nube se escribe con v o con b, resulta que me doy cuenta de que en catalán se escribe núvol y, en castellano, nube. De ahí nace seguramente mi duda. Para fijar la forma en cada caso, podían emplear una imagen que les ayudara a recordar cómo se escribe.
A continuación les presento la propuesta de Noa Cabello, una alumna de 2º de ESO que se centró en su contacto con el catalán, ya que se acababa de incorporar al aprendizaje del idioma. Nos cuenta que decidió trabajar con letras de escribano puesto que desde el movimiento podía recordar mejor cómo se escribe cada palabra, era como si se le quedase grabado al sentir que la tinta iba tiñendo el papel.
Noa, parte de sus sensaciones con colores, recuerdos e imágenes que van a ir apareciendo a lo largo del artículo. Espero que se dejen llevar por sus impresiones y disfruten del viaje. 
“Mussol lo escogí por ser un animal increíble y lo pinté de verde por habitar en los bosques. Me resultó simpático que se escribiera con dos SS y me sorprendió que se pudiera realizar más de un sonido con esa letra.
Vaixell va con B en castellano (barco). Esta vez el color lo escogí al azar, podría dibujar para mejorar un barco pues tiene forma de v, si lo preferís así, aunque creo que ya se me han quedado grabadas cada palabra escogida pues me he dado cuenta con los años que tengo buena memoria pnemotécnica.
Paraigües fue una palabra fácil de escoger, ya que la recordaba de pequeña. El hecho de que se escriba con dos puntos sobre la u, diptongo, me recordaba a la imagen de esa letra cubierta con un paraguas. Y de color rosa como el que tenía de pequeña.
Rosses la escogió ya que me encanta su olor y me gustó ver la palabra contenida en tantas eses, nada menos que tres. Allí descubrí el sonido de la vocal neutra, no sabía de su existencia.
Meravella es una palabra mágica para mí, como la naturaleza. De ahí que la representara con por el color verde, y por Aladín y la lámpara maravillosa.
Por último, avantpenúltima que responde al reto de escoger una palabra muuuyyy larga. Hice una búsqueda en Google con estas características y de todas, la que me pareció más interesante fue esta. Entonces la escribí en seguida para llevarla a movimiento.”
