Sinceramente, creo que muchas personas de este mundo podrían ser considerados como mis superhéroes, como mi ejemplo a seguir. Pero hoy, quiero centrarme particularmente en mi hermano mayor.
Él tiene veintidós años, mis padres lo adoptaron con cuatro años desde Ucrania. Sus padres biológicos lo tuvieron que dar en adopción debido a que no podían mantener ni a él ni a todos sus hermanos.
Nos llevamos siete años, por lo tanto, yo no nací hasta que pasaron unos cuantos años de su adopción pero aun así, siempre he sido muy curiosa sobre ello y he hecho millones de preguntas que me han llevado a saber todo lo que sé actualmente.
Su vida en el orfanato fue muy difícil. Las condiciones eran pésimas; no tenía ropa de su talla, comida, bebida, medicamentos ni buen lugar para descansar. Además, en Ucrania hacía muchísimo frío por lo que, los niños se enfermaban con mucha facilidad.
Gracias a mis padres, pudo crecer en un entorno mucho mejor, con cariño y con todo lo que un niño necesitaba para una buena infancia. Pero aun así, los cuatro primeros años de su vida en aquel lugar dejaron un vacío permanente en él.
Siempre ha sido un niño muy cariñoso y detallista; nunca he conocido a nadie igual a él.
Tiene un amor inexplicable hacia las personas, tanto, que ninguno de nosotros puede igualar. No estamos acostumbrados a personas como él, por lo que esto a veces, nos hace querer apartarnos.
De todas maneras, no es una persona fácil de tratar. Siempre ha sido muy rechazado en la sociedad por no ser como todos los demás. En el colegio, en las extraescolares, en las relaciones sociales… todo tenía un punto de dificultad más alto para él.
Sin duda, la sonrisa y el bienestar que se observa en él cada día de su vida, sin importar todo lo que le pase, es un ejemplo a seguir.
Tantos baches y rechazos en su vida han hecho de él una persona más fuerte. Haciendo lo que le gusta sin importar cómo se ve haciéndolo, las burlas o los malos comentarios. Sabe hacer que todo eso reste importancia.
Tiene un corazón mucho más grande y una mente mucho más digna a la de todos nosotros. Y por ello, cuando tengo un bajón, me gusta pensar en lo que haría el en esa situación y esto me ayuda a darle la importancia justa que necesita aunque todavía me queda mucho por aprender.
En conclusión, todos tenemos un ejemplo a seguir y yo estoy muy orgullosa de que el mío sea tan cercano a mí. Con él, he aprendido a ponerme en el lugar de las personas aunque sean totalmente diferentes a mí y a no dejarme derribar por nada.
Aunque no se lo diga diariamente, le quiero y le aprecio como a nadie y realmente, espero que todas las personas de este mundo puedan cruzarse a alguien como él en su camino.
N.Barra
14/2/2022
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