Concurs Literari Ramon Cardona – Escoles d’Adults

1r PREMI – Curs 2011-2012

TÍTULO: HOMENAJE a “TUMBA LOBOS”

ALUMNE: Antonio Cifuentes

CATEGORIA: Narrativa castellana

Volvía del pueblo de ver una película, como tantas otras noches, por aquel camino solitario.

Yo trabajaba de zagalillo guardando cabras y mi patrón, Lucio Del Rey,también era el dueño del cine, y los zagales que con él trabajaban siempre entrábamos gratis, así que cuando nos enterábamos que echaban una película buena, el mayoral me dejaba ir a media tarde con la condición que cuando saliera del cine, a las doce, regresara a la majada, a mí no me importaba, pues me encantaban las “pelis” de vaqueros y aunque regresaba muy tarde nunca había tenido miedo, pero esa noche pasaba algo qué nunca había sucedido antes ¿acaso era miedo? No, no podía ser porque todavía se veían las luces del pueblo. ¡Y de pronto se me eriza el pelo!, siento escalofríos, el vello de los brazos se me pone como escarpias.

Muchas veces lo había oído contar, pero estaba acostumbrado. Muchas noches había recorrido este mismo camino y nunca había sentido lo que sentía esa noche.

Noche de todos los Santos, mis dientes no se estaban quietos,chocaban unos con otros haciendo una música extraña, en una palabra,¡me estaba meando encima! Tal era el miedo que sentía, un miedo espantoso, ¡lobos! Sí, allí estaban siguiéndome desde hacía rato y comunicándoseentre ellos, me lo decían sus aullidos, largos y tristes.

Aullaban como fieras hambrientas que eran. Enfrente, probablemente en el mismo camino que yo llevaba, a mi izquierda, a mi derecha y detrás otro cerrándome la huida.¡Estaba rodeado!

A mis mayores los había oído contar muchas historias: -Si en una noche oscura sientes escalofríos y el vello se te eriza, no lo dudes ¡es qué te siguen los lobos!

Y allí estaban, siguiéndome en aquella noche maldita. Salí a un claro del bosque y de pronto los vi, delante de mí, dos puntos rojos como dos ascuas me estaban mirando, ya no aullaban, estaban tan cerca qué veía sus ojos rojos brillar en la oscuridad, también percibía, aunque sin verlos en aquella noche cerrada, sus hocicos apretados mostrándome sus afilados colmillos.

Más de una vez los había visto a pleno día,¿cuántos habría?Recordé de nuevo los relatos de los viejos: – Si te encuentras en esta situación no te pares ni eches a correr porque es lo que ellos esperan para atacarte, si tienes reaños ¡canta!

Y canté, canté con las pocas fuerzas que el miedo me permitió, pidiendo a Dios que aquellos mastines de la majada escucharan aquel aullido que fue mi cante. Y canté“Una Paloma blanca”de Antonio Molina, aunque mi cante no fue cante, sinofue un lamento igual que el de aquellos lobos hambrientos.

Pero aquel lamento que yo lancé sirvió para que aquel mastín, mi mastín,lo escuchara. Estaba lejos, a unos quinientos metros, pero él vino a mi encuentro como siempre que me escuchaba, ladrando como él sólo sabía hacerlo. Y haciendo honor al nombre que le pusieron, puso en fuga a aquellos lobos que pensaron darse un banquete con aquel muchacho de quince años.

Quisiera que este relato fuera mi pequeño homenaje al que fue mifiel amigo, compañero en mis largos días y que me daba su calor en las frías noches de invierno. ¡Ah! Aquel mastín… Aquel mastín compañero de mis juegos infantiles, mi más fiel amigo,se llamaba ¡TUMBA LOBOS!Para ti mi recuerdo y mi pequeño homenaje. Amigo.

Año 1956 Lugar “Barranco quero” Villaviciosa de Córdoba “Cifu”