En la actualidad las tecnologías móviles, originalmente diseñadas como herramientas de comunicación y entretenimiento, desempeñan un papel importante en la economía y la sociedad en general. Los dispositivos móviles han impactado casi en todos los campos, desde la banca a la política, y se están utilizando para aumentar la productividad en numerosos sectores.
La edad de los niños que utilizan dispositivos móviles en su día a día es cada vez más temprana, a la vez que el uso que jóvenes y niños hacen de sus dispositivos alcanza una gran variedad de ámbitos: la socialización, el aprendizaje, entretenimiento… ocupando gran parte de su tiempo.
A medida que los dispositivos móviles ocupan un lugar cada vez más preponderante en todo el mundo, se ha generado mucha expectativa y entusiasmo entorno al concepto conocido como Mobile Learning.
Por otra parte, los principales agentes educativos, desde las instituciones pertinentes hasta los centros escolares, están gradualmente experimentando con políticas de apoyo para promover el aprendizaje móvil innovador tanto en entornos formales como informales. A pesar de este hecho, y a pesar del creciente auge del aprendizaje móvil, seguimos encontrándonos lejos de una integración sistemática de los dispositivos móviles tanto dentro como fuera de los centros educativos.
El uso de Mobile Learning en la enseñanza y el aprendizaje, también ofrece retos para desarrollar nuevos enfoques centrados en el potencial pedagógico de los dispositivos móviles, ya sea en contextos formales como informales.
