Més mostres de les creacions de Sant Jordi

En aquest article, us volem compartir el diari de confinament amb llengua castellana de la Clàudia Terés, una de les guanyadores d’aquest certamen. Us recomaneu que el llegiu per les petites però essencials reflexions i aportacions de la seva autora a aquesta situació de confinament, de crisi sanitària i de dificultats diverses en la qual estem submergits tots plegats.

Una mezcla de sensaciones por Clàudia Terés, 4º ESO.

7 de abril de 2020

Una mezcla de sensaciones es lo que padezco desde que este maldito virus empezó.

Y aquí estoy, escribiendo un diario, sintiéndome privilegiada porque ninguno de mis familiares ni amigos ha cogido el virus. También preocupada por mis padres: por mi madre, porque ella es enfermera y lucha diariamente contra el virus, cosa que me asombra y, aunque no se lo diga, me llena de orgullo; por mi padre, porque él es taxista y transporta a personas contagiadas, hecho que me maravilla y me hace darme cuenta de lo fuerte que es. Impotente frente a todas las víctimas diarias que el covid-19 se cobra. Enfadada con los políticos por no escuchar a los científicos que llevaban tiempo advirtiéndoles.

Y, finalmente, sólo me gustaría recalcar una frase que me ha cautivado y me ha hecho reflexionar “Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo”  de Abraham Lincoln.

 

8 de abril de 2020

A mí me parece que ha pasado muy poco tiempo, pero la realidad es que ya llevamos veintisiete días de encierro.

¿Por qué me siento así? La respuesta es porque todos los días me parecen iguales: Es como si un domingo se repitiera una y otra vez. Un domingo, porque no vamos al instituto, y porque ese día mis padres suelen trabajar por la mañana. Y se me repite una y otra vez porque cada día hago lo mismo: me levanto, desayuno, hago deberes, hago ejercicio, pongo la mesa, como, recojo la mesa, me tumbo en el sofá, ceno y me voy a la cama. En fin: un largo tiempo que se me pasa volando.

En conclusión, un tiempo precioso que da lugar a muchas reflexiones, sobre todo a la más repetida: “Y yo, qué estaría haciendo ahora mismo en otros tiempos?”.

 

9 de abril 2020

Ya casi va hacer un mes de esta cuarentena. Sinceramente, los primeros días me la tomé a broma, porque no me  creía lo que estaba pasando: mi mente no asimilaba que un virus llegaría a encerrar a todo un país en casa; y la verdad, me costó creerlo.

Para empezar: Hoy, desde el balcón de mi casa, he visto a un grupo de niños juntos y mi expresión ha sido de incredulidad ante lo que contemplaba. ¿De verdad existe en este país la solidaridad? Pues aunque no nos lo parezca, sí que existe. Porque no debemos hacer caso de esos cuatro gatos que se saltan las leyes, ya que,  detrás de ellos,  hay millones de personas que son solidarias y piensan en los demás antes de hacer las cosas. Cada día veo a un país más unido, que prescinde de las ideas y de las banderas. Y eso me llena de orgullo y alegría.

Y, para terminar, sólo quería recordarme que juntos lo superaremos.

 

10 de abril de 2020

Hoy, con tanto tiempo para meditar, he reflexionado sobre lo que este virus le aporta a mi familia. Pensándolo bien, este virus nos ha unido, tanto a los de casa como a los que viven lejos.

Porque aquí, en casa, la situación ha mejorado: nuestro vínculo se ha hecho más estrecho y ello conlleva más risas y más felicidad. Porque mi hermana y yo sabemos que no les debemos llevar la contraría a nuestros padres, en especial a mi madre, la cual llega cada día más cansada a casa y eso, a nosotras, nos entristece.

Por otro lado, la cuarentena nos ha enseñado a echar de menos a los que no echábamos de menos, sobre todo a las abuelas: por ello, mi hermana y yo intentamos llamarlas diariamente.

En mi más sincera opinión, creo que esta cuarentena nos unirá más a todos y nos hará querernos mucho más unos a otros.

 

11 de abril de 2020

Hace un mes exactamente que un virus me iba a cambiar la vida, a mí y al resto del  mundo.

Una vida que antes estaba llena de gente, ahora se ha quedado vacía. Vacía y melancólica: echo de menos a mi familia, pero también a mis amigos de toda la vida. Aunque nos llamemos diariamente, echo de menos sus abrazos, sus consejos y por encima de todo, la manera en que me hacían reír. Porque, pensándolo despacio, me he dado cuenta de lo importante que son los amigos, y sé que no los tendré siempre a mi lado, pero sí que vivirán para siempre en lo más sincero y auténtico de mi alma.

Y, para finalizar, quería expresar mi agradecimiento, desde estas páginas, a todos los amigos que han pasado, pasan y pasarán por mi vida, porque gracias a ellos soy la persona de hoy en día. Os quiero.

 

12 de abril de 2020

Hoy me he levantado con ganas de pensar, o como a mí me gusta decir, reflexionar. Me he echado en la cama y me he parado a pensar en el efecto económico que esta pandemia mundial supondrá.

Efecto económico, y no a nivel de las grandes empresas, sino empezando por mi propia familia. Mi padre ya no trabaja como antes: incluso me atrevería a decir que solo hace un 10% de los viajes que realizaba. En cuanto a mi madre, ella trabaja igual que antes, incluso más (cubriendo guardias, ayudando a compañeros afectados…) ¿Y por qué al personal sanitario no se le sube el sueldo? Ellos están expuestos al virus, en primera fila, luchando contra él, y no se les recompensa económicamente.

Para acabar, quiero decir que deberíamos pensar más en las personas que, aunque parece que no hacen nada, hacen mucho.

 

13 de abril de 2020

Para empezar, hoy me apetece hablar sobre la gente que sufre enfermedades, desde las menos graves hasta las más graves.

Hoy  me vienen a la mente gente como una amiga mía que sufre de anorexia; resumiendo: estando todo el día en casa y no teniendo en qué pensar, supongo que la anorexia se le debe venir encima, y es una cosa que me entristece. También me viene a la mente el autismo. Creo que es muy delicado este tema y, la verdad, me alegró saber que las personas que lo sufren pueden salir a la calle, porque creo que  son unas luchadoras, que pelean la batalla de la vida día a día.

Finalmente, me gustaría decir que, por una parte, entiendo la situación en la que estamos, pero por otra nunca la llegaré a comprender del todo.

 

14 de abril de 2020

En mi más sincera opinión, creo que estos días he reflexionado demasiado.

Por un lado, creo que es bueno que tenga tiempo para pensar sobre cosas en las que nunca antes no lo habría hecho; esto me ha hecho madurar mucho. Pero por otro lado, creo que pensar tanto al final no es muy bueno, y por una simple razón: porque todos estos pensamientos acaban llegando a una conclusión final triste, sea la que sea, pero triste al fin y al cabo. Y no creo que esto me haga daño, pero  me desgasta, porque todos mis sueños se van tiñendo de un tono grisáceo.

Hoy sólo quiero recordaros a todos que debéis cuidaros y, sobre todo, cuidar de vuestra mente.

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