A día de hoy, todo el mundo está viviendo una situación complicada. Estamos en cuarentena por una pandemia a nivel mundial causada por un virus (coronavirus).
En mi casa estamos viviendo 5 personas, mi hermano, mis padres, mi abuela y yo.
En el día a día hago deberes, ejercicio, juego a la play con los amigos, hago videollamadas con amigos y familiares e incluso con profesores para dar clases online.
En esta situación me siento extraña, sobretodo por el hecho de no poder salir de casa, no poder ver a la familia, amigos, ir al colegio a entrenar… por no seguir una rutina en general.
También me siento extraña por las medidas de seguridad que estamos tomando en casa, ja que mi madre tiene riesgo de contagio al estar trabajando en el hospital. Desinfectamos todo, no puedo hacer el simple gesto de darle un abrazo por miedo a que se haya contagiado trabajando;; intentamos no hacer contacto con los mismos objetos, por ejemplo siempre usamos mantas distintas para estar en el sofá, lleva mascarilla, desinfectamos la suela de los zapatos…
Pero también estoy orgullosa de ella porque está ayudando a la gente que más lo necesita en estos momentos, que son los infectados que tienen complicaciones y por ello están en el hospital.
En estos días también he sentido tristeza y miedo, cuando subieron a mi abuelo al hospital una vez sabíamos que estaba infectado porque tenía dificultades al respirar. Sabía que era por eso pero no con qué gravedad, pero afortunadamente solo fue un susto y en menos de una semana pudo volver a casa y seguir igual que antes (aislado y viviendo en la misma casa que mi abuela pero sin contacto alguno).
En estas semanas que llevamos confinados, la sociedad me está sorprendiendo para bien y para mal.
La gente que me está sorprendiendo para bien, es mucha; que son la gente que solo sale de casa para cosas esenciales para hacer la compra de unos cuantos días, los infectando de poca gravedad que se quedan en casa para no colapsar hospitales, personal sanitario, personal de los supermercados, gente trabajando desde casa…
La gente que me está sorprendiendo para mal, no es tanta como la que me está sorprendiendo para bien, pero demasiada, no debería ser nadie. Esas personas, son las que sacan al perro en pareja, lo sacan mas veces de las que hace falta, van al supermercado a comprar una tontería con el hecho de salir… En resumen, la gente que se aprovecha de cualquier cosa para poder salir. Esto me genera mucha impotencia, porque si ellos vivieran una situación donde vieran que los hospitales están colapsados y hay gente que no tiene la oportunidad de poder ir a UCI por falta de respiradores, al personal sanitario corriendo el riesgo de contagiarse o contagiar a familiares, a las familias rotas por el dolor porque se les ha muerto un familiar solo y no pueden verlo ni hacerle un funeral; si vieran todo eso, yo creo que no saldrían.
Pero también hay que sacar cosas en positivo. De este virus, hemos aprendido que hay que disfrutar la vida al máximo, que no tienes que quedarte nunca con las ganas porque no sabes que puede pasar mañana, que hay que estar con familiares y amigos y demostrarles siempre lo mucho que los quieres día a día, porque no sabes si hoy será el último día que los verás.
Pero si de algo estoy segura, es de que con más tiempo o menos, esto lo acabaremos superando todos juntos y volveremos a la rutina.
Maria Peral 2n d’ESO
