Las siete fábulas de La Gessera

Gato y Perro. Por Marta Valls López de 2º.

Había una vez un gato y un perro que estaban viendo la tele sentados en un sofá.

El perro fue a coger palomitas porque tenían hambre y se las comieron todas.

Compartir es divertido.

El caballito Pepito. Por Julia Ferrer Gombau de 2º.

El caballito pepito estaba nadando por el mar cuando de repente chocó con una piedra.Una tortuga que se llamaba Manolita le ayudó a recuperarse y desde aquel día se hicieron muy amigos.

Ayudando a los demás se hacen amigos.

El gato bombero. Por Jordi Pla Tarragó de 3º.

Había una vez en un pueblo pequeñito que había fuego y los bomberos lo apagaron. La mascota de los bomberos era un gato.

Pasaron diez años y volvió a haber fuego. Los bomberos estaban durmiendo y al gato le cayó un casco de bombero en la cabeza. El gato se conrvirtió en el gato bombero y apagó el fuego.

Hay que estar siempre alerta.

El conejito glotón. Por Marina Villanueva Maluenda de 3º.

Había una vez un conejo que vivía en un huerto muy grande. Un día fue a comer zanahorias pero el granjero se lo encontró y le dijo­:-¡fuix!¡fuix!

El conejo se fue muy triste y al granjero le dio mucha pena y le dijo: – Está bien pero no te comas mis zanahorias.

El conejo respondió: – ¿Qué voy a comer?

– ¡En la mesa! – Le dijo el granjero .

El granjero le enseñó a comer en la mesa y desde entonces se hicieron grandes amigos.

Esta fabula nos enseña que tenemos que compartir y así se hacen muchos amigos.

La ratita que barría la escalerita. Por Roc Monserrat Mora de 3º.

Había una vez una ratita que barría su escalerita y se encontró una moneda. Se fue a comprar un lazo.

Al día siguiente pasó un gallo. Le pregunto si se quería casar con él y la ratita le dijo que no.

Luego vinieron a preguntarle lo mismo un cerdo, un caballo y un perro… Hasta que pasó un gato y le dijo que sí.

Una noche cuando la ratita estaba cocinando, el gato se la comió.

“No hay que fiarse de las apariencias”.

El pajarito Marcelino. Por Mar Ferrer Gombau de 5º.

Había una vez un pajarito que se llamaba Marcelino. El pajarito Marcelino estaba preparando una ensalada cuando, de repente, ¡se encontró un gusano!

El gusano le dijo: – ¡No me comas, no me comas! Ya sé que a los pájaros os gustan los gusanos como yo, pero no me comas.

Marcelino dijo: – A mi no me gusta comerme los gusanos porque son animales como yo y mis amigos, y a nosotros no nos gusta que nos coman porque somos seres vivos.

Al cabo de un rato de estar hablando, el gusano le preguntó: – ¿Me puedes dejar: entre las lechugas de tu huerto?

Marcelino le respondió: – De acuerdo.

Cuando llegaron al huerto, Marcelino se despidió: – Hasta otro día. Espero que cuando vuelva a coger otra lechuga, estés por ahí jugando con tus amigos.

Si no te gusta que te hagan algo, no se lo hagas a los demás.

La perrita Josefina. Por Noemí Gombau Peris de 5º.

Había una vez una perrita llamada Josefina. La perrita era mágica porque la hizo un mago.

La perrita sabía hacer de todo: comer con las manos, planchar, cocinar, hablar y incluso caminar con dos patas. Pero la perrita no quería ser mágica, porque no tenía amigos. Pero se le ocurrió una idea fantástica: si se apuntaba a hacer carreras y ganaba, sería famosa. Y así fue. Se apuntó a una carrera llamada La carrera de la Mujer.

Llegó el día de la carrera. Josefina estaba muy nerviosa. Llegó la hora de correr y comenzó la carrera.

Josefina iba la última, pero en la última vuelta adelantó a todos, aunque uno la adelanto a ella. Pero igualmente ella fue feliz y también hizo amigos.

“No te rindas nunca.”

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