Había una vez un grupo de patos gordos y feos que comían niños. Comenzaban por la oreja, que era lo que más les gustaba; pero de hecho se lo comían todo, les daba igual. Cada vez estaban más y más gordos, hasta que un día uno de ellos ya no cabía en el lago y murió de obesidad. Decidieron que esto tenía que acabar y se pusieron a dieta. Solo podían comer troncos y peces, pero siempre hay un pato negro en todas partes.
Uno de ellos volvió un asesino: incluso comía a los de su misma especie. Se comió a su pareja y a su abuela, y esto tenía que acabar. Fueron a hablar con él pero no sirvió: se zampó a otra abuela. Decidieron contratar a un mata patos pero también se lo tragó.
Hasta que un día llegó un pato de otra manada, se comió al pato malo y así se acabó la pesadilla de estas aves natatorias.
DAVID REY 2 ESO A