VILAFRANCA
No hay lugar como el hogar. ¿Cuántas veces habremos oído y dicho esto? Sin embargo, cada familia y cada hogar tiene un lado oscuro, que no deseamos mencionar. Pero Jordi Casanovas, con la última entrega de su Trilogía sobre la identidad catalana, bajo los focos del Teatre Lliure de Monjuïc, decide arrojar luz sobre todos y cada uno de los secretos de una típica familia de Vilafranca.
Al principio de la obra crees encontrar una falta de diálogo entre los actores, pero en nada te das cuenta de que su lenguaje corporal y expresiones faciales transmiten todo aquello que sus bocas callan. Destaca, sobre todo, la magnífica interpretación de Manel Barceló, que te logra transportar en el tiempo con cada flashback.
Además, la disposición móvil y adaptable del escenario, junto con las luces y el sonido logran crear perfectamente el ambiente de una velada de Fiesta Mayor y contribuyen positivamente a interpretar los hechos desde los distintos puntos de vista.
Debo admitir que fui al teatro con pocas expectativas y esperando encontrar un típico drama familiar. No obstante, quedé atrapada en la trama desde el minuto uno, y al terminar la obra me gustó saber que no era la única con los ojos humedecidos por la emoción.
Para más información: http://www.teatrelliure.com/ca/programacio/temporada-2015-2016/vilafranca
