VIDA
Una gaviota se ha posado
en lo alto del islote
que firme aguarda el desplegar
de las alas de nieve.
Dibuja un perfil
de estatua de marfil ,
se contonea al compás
del bamboleo de los anillos
circulares del agua.
Al tiempo,
una mujer se ha detenido
a observarla,
se entrega a las regaladas
músicas sonoras
que emergen del mar,
respira la primavera
engalanada de azules abriles,
celebra la vuelta
de las blandas aguas
a sus pies.